



La carta de El Cobarde aparece cuando en tu sistema familiar hubo miedo que no pudo expresarse ni ser sostenido. No se trata de debilidad ni incapacidad, sino de una protección frente a riesgos percibidos como incontrolables. El temor se volvió un escudo para evitar daño, pérdida o rechazo.
Esta carta habla de una herida de inseguridad y exposición. Puede que en tu historia, o en la de tus ancestros, alguien experimentó situaciones donde mostrar valor significaba peligro, fracaso o castigo. Ante eso, el sistema aprendió a retraerse, evitar, callar o no arriesgarse, y el miedo se transmitió como mecanismo de supervivencia.
Cuando esta herida se activa, puedes sentir dudas constantes, incapacidad para tomar decisiones, paralización ante oportunidades, sensación de vulnerabilidad o de no estar a la altura. No es incapacidad real; es la voz de protección que busca mantenerte seguro frente a lo que antes fue peligroso.
Lo que esta carta te invita a sanar no es el miedo, sino la confusión entre prudencia y paralización. Sanar implica reconocer que hoy puedes actuar desde la conciencia y la fuerza interna, y que no necesitas retraerte para protegerte del pasado.
La sanación comienza cuando honras la estrategia que te protegió, comprendiendo que en su momento fue necesaria. Al hacerlo, devuelves al sistema la carga del miedo heredado y tomas para ti la capacidad de avanzar con confianza, paso a paso, respetando tus límites reales y no los de antiguas experiencias.
Cuando integras el mensaje de El Cobarde, el temor se transforma en precaución consciente y coraje sereno. Puedes actuar con claridad, tomar decisiones con confianza y sostener tu vida desde la seguridad interna en lugar de la huida.


© TAROTA ARCANA
